viernes, 9 de diciembre de 2011

Garcilaso de la Vega (1503-1536)[esp], Soneto IV, «Un rato se levanta mi esperanza»


Un rato se levanta mi esperanza;
mas, cansada de haberse levantado,
torna a caer, que deja, a mal mi grado,
libre el lugar a la desconfianza.

¿Quién sufrirá tan áspera mudanza
del bien al mal? ¡Oh corazón cansado,
esfuerza en la miseria de tu estado,
que tras fortuna suele haber bonanza!

Yo mismo emprenderé, a fuerza de brazos,
romper un monte que otro no rompiera,
de mil inconvenientes muy espeso.

Muerte, prisión no pueden, ni embarazos
quitarme de ir a veros como quiera,
desnudo espíritu u hombre en carne y hueso.


(VEGA, Garcilaso de la: Soneto IV, «Un rato se levanta mi esperanza»)

jueves, 6 de octubre de 2011

Luis de León, fray (Belmonte, Cuenca, 1527-Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 1591)[esp], _Odas_, Oda XI «Al licenciado Juan de Grial» (Recoge ya en el seno...) (1561)

 

Recoge ya en el seno
el campo su hermosura; el cielo aoja
con luz triste el ameno
verdor, y hoja a hoja
las cimas de los árboles despoja.
 
Ya Febo inclina el paso
al resplandor egeo; ya del día
las horas corta escaso;
ya el malo mediodía
soplando, espesas nubes nos envía
 
Ya el ave vengadora
del Íbico navega los nublados,
y con voz ronca llora;
y el yugo al cuello, atados
los bueyes, van rompiendo los sembrados.
 
El tiempo nos convida
a los estudios nobles; y la fama,
Grial, a la subida
del sacro monte llama,
do no podrá subir la postrer llama.
 
Alarga el bien guiado
paso, a la cuesta vence, y solo gana
la cumbre del collado;
y do más pura mana
la fuente, satisfaz tu ardiente gana.
 
No cures si el perdido
error admira el oro, y va sediento
tras un nombre fingido;
que no ansi vuela al viento,
cuanto es fugaz y vano aquel contento.
 
Escribe lo que Febo
te dicta favorable, que lo antiguo
iguala y vence el nuevo
estilo, y caro amigo,
no esperes que podré atener contigo.
 
Que yo de un torbellino
traidor acometido y derrocado
de enmedio del camino
al hondo, el plectro amado
y del vuelo las alas he quebrado.