Mur de Guadalajara en lunes de madrugaday fuese a Monferrado, en el mercado andaba;un ratón de gran barba invitole a su cava,convidóle a comer ofreciéndole un haba.Están en mesa pobre, buen gesto y buena cara,si la comida es poca, en la amistad se ampara,a los pobres manjares el placer los repara;quedó muy satisfecho el de Guadalajara.La comida ya hecha, el manjar acabado,convidó el de la villa al mur de Monferradopara que fuese el martes a ver aquel mercadoy que, en correspondencia, fuera su convidado.Le recibió en su casa y dióle mucho queso,mucho fresco tocino que no estaba salpreso,enjundías, pan cocido, sin medida ni peso;así, del aldeano crecía el embeleso.Manteles de buen lino, una blanca talegabien repleta de harina; el mur allí se pega;muchas honras y obsequios le hacía su colega,alegría y buen rostro con la comida llega.En la mesa, muy rica, mucha buena vianda,a cual mejor de todo el manjar que allí anda,y, además, el agrado que el ser huésped demanda;solaz con mesa buena, a cualquier hombre ablanda.Ya comiendo y holgando, en medio del yantar,la puerta de la estancia comenzó a resonar;su señoría la abría, dentro quería entrar,los ratones, de miedo, huyen al verla andar.El de Guadalajara va al hueco acostumbrado,mas el huésped corría acá y allá asustado,sin saber en qué sitio se vería amparado;a la pared se acoge, muy quieto y arrimado.Cerrada ya la puerta y pasado el temor,estaba el aldeano con fiebre u con temblor;sosegábalo el otro, dice —”Amigo, señor,,alégrate comiendo de todo a tu sabor.Este manjar es y sabe como miel.”Contestó el aldeano:—”Veneno yace en él;al que teme la muerte el panal sabe a hiel.Sólo para ti es dulce; tú solo come de él.Para quien tiene miedo no existe dulce cosa,falta el gusto de todo con la vida azarosasi se teme a la muerte, ni la miel es sabrosa,toda cosa es amarga en vida peligrosa.Prefiero roer habas, muy tranquilo y en paz,que comer mil manjares, inquieto y sin solaz;con miedo, lo que es dulce se convierte en agraz;pues todo es amargura donde el miedo es voraz.Mas, ¿por qué me detengo aquí? Casi me marodel miedo que pasé, porque me da el olfatoque, si al estar yo solo, hubiera entrado un gato,me atrapa, sin duda, y me diera un mal rato.Tú tienes grandes cosas, pero mucha compaña,comes muchos manjares y eso es lo que te engaña;mejor es mi pobreza en segura cabaña,porque el hombre mal pisa y el gato mal araña.Con paz y con sosiego es rica la pobreza,para el rico medroso es pobre la riqueza,tiene siempre recelo con miedo y con tristeza;la pobreza gozosa es segura nobleza.”
(ARCIPRESTE DE HITA: Libro de Buen Amor)
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