lunes, 2 de marzo de 2015

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)[esp], _Soneto_, «Un godo, que una cueva en la montaña…»

 

     Un godo, que una cueva en la montaña
guardó, pudo cobrar las dos Castillas;
del Betis y Genil las dos orillas,
los herederos de tan grande hazaña.
 
     A Navarra te dio justicia y maña;
y un casamiento, en Aragón, las sillas
con que a Sicilia y Nápoles humillas.
y a quien Milán espléndida acompaña.
 
     Muerte infeliz en Portugal arbola
tus castillos.  Colón pasó los godos
al ignorado cerco de esta bola.
 
     Y es más fácil, ¡oh España!, en muchos modos,
que lo que a todos les quitaste sola
te puedan a ti sola quitar todos.

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