Desde el umbral de un sueño me llamaron...Era la buena voz, la voz querida.-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?....Llegó a mi corazón una caricia.-Contigo siempre....Y avancé en mi sueñopor una larga, escueta galería,sintiendo el roce de la veste puray el palpitar suave de la mano amiga.
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