Tuvo mi corazón, encrucijadade cien caminos, todos pasajeros,un gentío sin cita ni posada,como en andén ruidoso de viajeros.Hizo a los cuatro vientos su jornada,disperso el corazón por cien senderosde llana tierra o piedra aborrascada,y a la suerte, en el mar, de cien veleros,
Hoy, enjambre que torna a su colmenacuando el bando de cuervos enronqueceen busca de su peña denegrida,
vuelve mi corazón a su faena,con néctares del campo que florecey el luto de la tarde desabrida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario