IV
TARDE DEL TRÓPICO
Es la tarde gris y triste.Viste el mar de terciopeloy el cielo profundo vistede duelo.
Del abismo se levantala queja amarga y sonoraLa onda, cuando el viento canta,llora,
Los violines de la brumasaludan al sol que muere.Salmodia la blanca espuma:¡Miserere!
La armonía el cielo inunda,y la brisa va a llevarla canción triste y profundadel mar.
Del clarín del horizontebrota sinfonía rara,como si la voz del montevibrara.
Cual si fuese lo invisible...cual si fuese el rudo sónque diese al viento un terribleleón.
[A bordo del Barracouta,
Amapala, mayo 16 de 1892]
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