Aunque en ricos montoneslevantes el cautivo inútil oro;y aunque tus posesionesmejores con ajeno daño y lloro;y aunque cruel tiranooprimas la verdad, y tu avaricia,vestida en nombre vano,convierta en compra y venta la justicia;aunque engañes los ojosdel mundo a quien adoras: no por tantono nacerán abrojosagudos en tu alma; ni el espantono velará en tu lecho;ni huirás la cúita y agonía,el último despecho;ni la esperanza buena en compañíadel gozo tus umbralespenetrará jamás; ni la Meguera,con llamas infernales,con serpentino azote la alta y fieray diestra mano armada,saldrá de tu aposento sola una hora;y ni tendrás clavadala rueda, aunque más puedas, voladoradel Tiempo hambriento y crudo,que viene, con la muerte conjurado,a dejarte desnudodel oro y cuanto tienes más amado;y quedarás sumidoen males no finibles y en olvido.
Un lugar común de los estudiantes de Literatura española donde publicamos una antología de textos seleccionados por nosotros mismos con el fin de aprender a conocernos mejor a través de las ideas y sentimientos de los más variados personajes que pueblan nuestro universo literario.
lunes, 6 de julio de 2015
Luis de León, fray (Belmonte, Cuenca, 1527-Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 1591)[esp], _Odas_, Oda XVI «Contra un juez avaro»
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