Con
largo passo el áspero camino
deste
perjuro Amor seguí cuitado,
de mil
vanos temores maltratado
y
siempre me hallé de bien indino.
Ahora
que descubro el mal contino,
de
desdén y de olvido reforcado,
condeno
mi desseo y mi cuidado,
la dura
inclinación de mi destino.
Que
bien fuera razón alcar el vuelo
con
alto pensamiento y noble pecho
de la
abatida suerte que he sufrido,
y no
esperar que tierra y mar y cielo
supieran
cuánto mal Amor me ha hecho
para
quedar más preso y despedido.
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