lunes, 13 de enero de 2014

Alfonso Sastre (Madrid, 1926-Fuenterrabía, 2021)[esp], _La mordaza_ (1954), Cuadro quinto (frag.)


JUAN.- ¿Tú crees que el comisario Roch sospecha de nuestro padre?

TEO.- De momento, sospecha de todos nosotros.

JUAN.- Y viene fingiéndose amigo nuestro para cazarnos.

TEO.- Es su oficio.

JUAN.- ¿Y nosotros vamos a callar siempre?

TEO.- Sí. Por una razón o por otra, todos vamos a callar siempre.

JUAN.- No sé si podremos resistirlo. Llevamos así dos meses. Pero ¿vamos a poder resistir toda la vida?

TEO.- Si es preciso, tendremos que resistir toda la vida.  

JUAN. Tú querrías hablar, delatar a nuestro padre, ¿verdad, Teo?

TEO. .

JUAN. ¿Y por qué no hablas?

TEO. Por miedo... Siento como una mordaza en la boca... Es el miedo.

JUAN. ¿Y tú, Luisa?

LUISA. Yo también hablaría.

JUAN. Pero no hablas por mí. Porque me quieres y sabes que yo sufriría si lo hicieras.

LUISA. Solamente por eso. Yo no tengo miedo.

JUAN. Es otra mordaza... Y sigue el silencio... Yo no hablo porque tengo piedad de mi padre, porque me da lástima de él, porque no puedo olvidar que es mi padre... Estoy amordazado por mi compasión... Y en esta casa, desde hace dos meses, no hay nada más que silencio... Un espantoso silencio...

TEO. Nuestra madre y Jandro no se atreven a hablar porque creen que cualquier palabra podría ser aprovechada para ejecutar a nuestro padre... Andrea es fiel y calla... Todos callamos...Todos.

LUISA. Hay silencio en la casa. Parece como si no ocurriera nada por dentro, como si todos estuviéramos tranquilos y fuéramos felices. Ésta es una casa sin disgustos, sin voces de desesperación, sin gritos de angustia o de furia... Entonces, ¿es que no ocurre nada? ¿Nada? Pero nosotros palidecemos día a día..., estamos más tristes cada día..., tranquilos y tristes..., porque no podemos vivir... Esa mordaza nos ahoga y algún día va a ser preciso hablar, gritar..., si es que ese día nos quedan fuerzas... Y ese día va a ser un día de ira y de sangre... Pero, mientras tanto, ¿verdad, Juan?, silencio... “¡Te voy a matar si hablas!”, me dijo vuestro padre... El buen silencio... (Entra desmejorado y pálido ISAÍAS. Lo siguen ANTONIOA y JANDRO, que no se han atrevido aimpedir que ISAÍAS se levante.)


(SASTRE, Alfonso: La mordaza)

 

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