Estrellas
del último
cielo
de verano,
vilanitos
tenues,
vilanitos
claros.
Por
el campo verde
de
oro recamado
¿a
dónde vais ágiles,
sutiles
y rápidos?
Tarde
de septiembre
que
dora los álamos,
y
lleva estorninos
al
viñedo grávido
de
sombra y dulzura,
de
sabrosos gajos...
(contra
la bandada
vuelan
los vilanos).
¿Dónde
vais, pequeños,
pueriles
y pálidos,
pajes
del invierno,
farolillos
blancos? [...]
En
la tarde azul,
de
cercos dorados,
¿por
qué vais tan aprisa,
pequeños
vilanos?
¿Queréis
daros cuenta
o
saber de algo
del
pobre universo,
y
vais hacia el santo
colegio
celeste
a
clase de párvulos?
(BACARISSE,
Mauricio: “Vilanos”)
excepcional
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